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Solo
Egberto Gismonti
ECM - 1978
ECM - 1978
Sesenta discos, treinta pistas para ballet, veintinueve soundtracks y once temas para series de televisión.
Cinco tracks, cinco sentidos y cinco dedos en la mano.
Tengo el gran privilegio en la vida, de haber escuchado a Egberto Gismonti.
Y la suerte también de que el hombre sea tan bueno tanto con el piano como con la guitarra.
Es muy poco común que haya músicos que descollen con estos dos instrumentos, abrazando un nivel tan alto de sensibilidad, a la hora de desovillar su música como creadores e intérpretes.
"Solo" es un disco genial y una muestra detallada de la pericia de un músico que ha explorado en las raíces de las tradiciones mas íntimas de la música brasileña.
Grabado para el sello discográfico ECM en los estudios Talent de Oslo, en 1978, Gismonti alterna la guitarra con el piano y las campanas de cocina con la voz.
Un disco de sobrevivencia propiamente dicho que arranca con una colosal: "Selva amazónica", todo guitarra, pura música, clima, misterio, calidez y entrega total de sentimiento sin medida.
Un final impresionante: con Pau Rolon el artesano afina el trazo y despedaza.
Del sentido común, bien, gracias.
Veinte minutos para disfrutar sin pausas ni conciencia del tiempo que transcurre, pero con el sentimiento que nos devuelve a la vida.
Personal:
Egberto Gismonti
Guitarra de 8 cuerdas en tracks: 1 - 4
Piano en tracks: 2 - 3 - 5
Cooking Bells en tracks: 1 - 5
Voces
Y después "Ano Zero"; una sutileza demencial con un "piano" al que probablemente no volvamos a escuchar, ni con el propio Gismonti.
Sigue "Frevo", el ya famoso Frevo "covereado" magistralmente por Paco de Lucía y John McLaughlin una noche en San Francisco y tantas otras noches inolvidables.
Es realmente maravilloso que existan tipos como Gismonti cuyas recreaciones podamos achacar a tipos como McLaughlin y el interminable Paco.
Y vuelve con la guitarra de 8 cuerdas para "Salvador", una canción enorme y antigua, bella y cargada de memorias de sangre y pasión.
Hasta acá todo es ensueño y demasía.
Mi niño feliz asoma y se ríe.
Pero hay mucho mas, porque "Ciranda Nordestina" es mucho mas que cualquier cosa y no exagero. Se cree que la ciranda fue creada en el nordeste brasileño por las mujeres de los pescadores, que cantaban y bailaban esperando su regreso del mar, y que Gismonti tradujo en una auténtica belleza. Una belleza inimaginable como la espera de una mujer.
Dejo en los "iluminados" de la lista de tracks "Ano Zero", sabiendo que es injusto, difícil, arbitrario y también delicioso.