martes, 11 de diciembre de 2012

So wistfully sad






















Al día siguiente de enterarme de la muerte de Dave Brubeck, tuve ganas de escribir un post interminable.

Un impulso proporcional al deseo de la inmortalidad:  

Que ciertos genios de la música no nos dejen nunca.

Lavarme al alma prevaleció a la despedida cordial, al homenaje sentido de un fanático del jazz a este pianista inmenso.

Me puse a escuchar "Time Out" (1959), "Gone with the wind" (1959), "We're all together again for the first time" (1973) , "Blue Rondo" (1986), "Love Songs"; y tomé conciencia del incomparable monstruo que en los campos del blues, del jazz, de las baladas y de la música popular de cualquier procedencia no tenía límites ni parangón.

Brillante, cubista, moderno, nítido, sensible, cristalino, preciso, dueño de una técnica y un groove espeluznantes.

Encontré una canción que vence la tristeza de la partida y el desasosiego de la finitud de nuestros pobres corazones, y hoy, en este tembladeral esperanzado en el que tanto trabajo cuesta poder tenerse en pié, va este "iluminado" maravilloso, como el mejor de los recuerdos y homenaje a un creador de emociones y de músicas que vivirán por siempre.

Un dúo único con su compañero inseparable, a quien tanto extrañó y con quien hoy estarán haciendo nacer música entre las estrellas:





(grabado en vivo en el Teatro Olimpia de París un 26 de octubre de 1972)
(del álbum "We're All Together Again For The First Time")





















Personal

Dave Brubeck - piano
Paul Desmond - saxo alto
Jack Six - contrabajo
Alan Dawson - batería
Gerry Mulligan - saxo barítono