jueves, 13 de enero de 2011

Viktor Krauss

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far from enough
VIKTOR KRAUSS
Nonesuch - 2004

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Viktor Krauss: bajo, guitarra eléctrica y voz
Jerry Douglas: slide
Bill Frisell: guitarra eléctrica y acústica
Steve Jordan: batería
Alison Krauss: voz y viola

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Siempre es una suerte escuchar a Viktor Krauss; y si, como en este caso, aparece acompañado por Bill Frisell y Steve Jordan, bueno, la cosa se pone picante.

Esta curiosa "perlita" arranca con "For a good time".
Vuelo de mariposas de la inmensa guitarra de Frisell, tiempo relajado con sol pero suave, muy suave.

Sigue "Far from enough", que le da el título al disco y también da alegría, con la voz de Alison Krauss, backgroundeando de puro genia que es la mina que además y como si fuera poco, toca el violín (perdón, la viola).

Después cae la tarde nublada y la brisa fresca de la voz de Alison nos deposita en la puerta de la noche: "Overcast", hora de soñar...







La impecable coordinación rítmica y la aceitada dupla Krauss - Jordan no pasan desapercibidas a lo largo de todo el álbum. De Frisell, poco se puede agregar para los que lo conocemos.
Para aquéllos que no, ¡zás!, apúrense que todavía están a tiempo.
Nos despertamos con "Tended", un desayuno ligero pero muy tentador.
El quinto es uno de los mejores tracks del disco: "Philo", genuino Krauss & Frisell, un auténtico y demoledor temazo, con el condimento de unos susurros de Alison.

Luego vienen los 5' del bucólico "Big Log", en el que destacan la modulación de Alison y un solo de Frisell que bien vale la pena escuchar con mucha atención:

No hay muchos guitarristas así en el orbe.

Merecen una mención las delicatessen del slide a cargo de Jerry Douglas, que redondea lo que ya de por sí suena muy pero muy redondo.

En "Playground" comprobamos porqué Viktor es un bajista (chapeau) a la medida de Frisell y de... digamos... quién se le ponga. Juegos de agua entre los dos instrumentos y uno de los puntos más álgidos del disco.
"Playground" podría haber sido medalla de oro en el Concurso Internacional "Ambient" de París.
Siempre en este clima, pero con un touch más rockero sigue "Grit Lap":
Sólida base y "frippero" soliloquio de Frisell que te la "voglio dire".









En "Sunday afternoon man" nos regresan al ambiente algo desierto y con los decorativos cactus "cool" que tanto le gustan a Bill (y el nombre de Ry Cooder se nos viene encima como un flechazo).
El décimo track: "Side Street", me hizo recordar aquélla película del cincuenta dirigida por Anthony Mann y musicalizada por Lennie Hayton, en la que un cartero desea darle una vida mejor a su mujer embarazada. Cuatro minutos de climax imperdibles.
Pero en el once viene lo mejor: "Here to Be me", una joya por donde se la mire y lástima que dure 2' 06'' (como la vida, haciéndole honor al título).
La despedida es con "Split Window", a toda fisura, a todo Krauss, cálido y sereno, todo introspección.

Quiero destacar que la portada del álbum lleva una fotografía de Michael Wilson, que entre otras geniales y suculentas tapas es culpable también de las de los discos de Fred Hersch y Bill Frisell: "Songs We Know", de "Brad Mehldau solo piano Live in Tokio", y la de Joshua Redman: "Back East"; y aprovechamos para invitar a nuestros visitantes a su sitio:

http://www.michaelwilsonphotographer.com/


Dejamos en "Escuchen" la jewel nro.11 de este disco: Here to be me, para disfrutarla, porque nos lo merecemos.