domingo, 8 de agosto de 2010

Sueños y jazmines

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Jasmine
Keith Jarret / Charlie Haden
ECM - 2010


"La simplicidad es la sofisticación máxima", dijo alguna vez Leonardo da Vinci, un artista completo, complejo y absoluto.

Este pensamiento, que involucra la idea de que definir lo bello es no comprenderlo, es el que seguramente debe haber inspirado a Keith Jarret, a una altura de su vida en la que lo bello, cala toda la complejidad del mundo con una profundidad absoluta.

Jarret nos debía un disco así, como el poeta que intuye por el brillo inusitado del bosque, que alguna vez escribiría "ese poema".





Ese poema es Jazmín, una flor que encierra esta peculiar manera de existir:

El jazmín es la flor que cuanto más agoniza, más perfuma.

Y para fabricar esta maravilla, necesitaba un compañero invencible; un verdadero amigo del alma, capaz de jugársela codo a codo, de equiparar su potencia y su sensibilidad, cosa bastante difícil tratándose de Jarret.

Ese ladero imbatible existía, tenía nombre y apellido, pero hacía 31 años que no tocaban juntos; un detalle que enaltece la encrucijada y le proporciona ribetes épicos.

Estamos hablando de Charlie Haden, el bajista de nuestros sueños, de los sueños en los que necesitamos una mano salvadora, como seguro la necesitaba el cada vez más exquisito y solitario Jarret.

Juntos y convencidos de que la búsqueda de la belleza es la primera y la última de las batallas a librar en un mundo que no es verdadero, pero real; grabaron en la casa de Jarret esta joya hecha de una materia conocida: 8 standards encadenados que son un gesto cada uno, un color que nos deleita, nos detiene, hasta que el siguiente lo destrona.

Y lo que llamamos sueños, diría mi amigo Fernando, es la materia de nuestra infinita búsqueda de sentido.




Pero vayamos al grano: la intro de Jarret a "I'm gonna laugh you right out of my life", que dura 45 segundos, vale todo el disco.

Y como si esto no alcanzara, tenemos además "For all we know", de Fred Coots y Samuel W.Lewis; "Where can i go without you", de Peggy Lee y Víctor Young; "No moon at all", de Redd Evans y David S. Mann"; "One day i'll fly away", de Joe Sample y Will Jennings"; el eterno "Body and soul" de Johnny Green y Edward Heyman"; "Goodbye" de Gordon Jenkins y "Don't ever leave me", de Jerome Kern y Oscar Hammerstein; todos sueños, canciones que vivieron toda una vida esperando ser tocadas alguna vez por Keith Jarret y Charlie Haden; y crean, que lo dicho no es exagerado para nada...

Dejamos en "escuchen": "Don't ever leave me", para que esta música no nos deje nunca.